Clarín | Hay un programa oficial para impulsar estas nuevas metodologías de enseñanza. Y la industria juguetera se adaptó con productos innovadores. Cómo se usan en el aula.
El plan Aprender Conectados, bajo la órbita del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, nació como parte de un decreto presidencial en marzo del 2018. Busca garantizar la alfabetización digital de los chicos que hoy dan sus primeros pasos en los jardines de infantes y terminarán el secundario en 2030. Y los juguetes, un elemento tan didáctico como entretenido, aparecen como una de las claves para que comiencen a dar sus primeros pasos en robótica y programación.
Este programa tiene como objetivo cumplir con los lineamientos de la Ley de Educación Nacional, que establece la necesidad de desarrollar las competencias necesarias para que los estudiantes dominen los nuevos lenguajes producidos por las tecnologías de la información y la comunicación.
Para implementar la educación digital, programación y robótica en todos los niveles obligatorios -inicial, primario y secundario- el ministerio equipó de materiales específicos para montar las llamadas “aulas digitales”. Se trata de diversos kits con bloques para la creación de prototipos robóticos, sensores y plaquetas RaspBerry Pi que estimulan los procesos de aprendizaje. Según le contó a Clarín la directora Nacional de Innovación Educativa, Florencia Ripani, estos elementos también permiten desarrollar habilidades transversales a las diferentes asignaturas, pensamiento computacional aplicado a la resolución de problemas, creatividad e innovación, trabajo en equipo, capacidades expresivas y comunicacionales, y uso autónomo y con sentido crítico de las tecnologías.
En este contexto, la industria juguetera tuvo que adaptar sus productos tradicionales. Por ejemplo, la empresa nacional Rasti conformó un equipo de programadores, asesores pedagógicos, ingeniero electrónico, un autor de contenidos y diseñadores industriales para diseñar su kit de robótica educativa que actualmente es utilizado en 12 colegios de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires.
Para que los estudiantes se adentren en este ámbito, como así también en la programación, inicialmente, el kit cuenta con tres configuraciones que varían según la cantidad de sensores y actuadores extras para resolver diversas asignaturas según su nivel de complejidad.
Cada uno incluye bloques para construir el sistema mecánico, los sensores y actuadores con la última tecnología en robótica, un núcleo inteligente basado en el software Arduino Nano de código abierto con display, conexión USB, Bluetooth e infrarrojo. Todo funciona con pilas recargables.
Además de este equipamiento, los alumnos pueden programar el robot en base a un software libre basado en Scratch (desarrollado por el MIT – Instituto de Tecnología de Massachusetts-.) que bien puede utilizarse con celulares con el sistema operativo iOS y Android, como así también Windows, Linux.