Blog ¿Te lo Explico? | Los chicos que juegan con RASTI hoy: Los líderes del mañana.


Como un niño aún, el cual no puede desprenderse de sus recuerdos de horas y horas que ;transcurrió armando y desarmando juguetes de RASTI, veo hoy que no fue sólo un ;entretenimiento. Fue todo un aprendizaje de vida. Estoy más que convencido que muchas ;de las decisiones que uno acierta se deben al RASTI, y no es broma. Ante la presencia de ;gente exitosa en la vida, en los negocios, en su trabajo, en su profesión, es inevitable mi inquietud: “Seguramente jugaba con RASTI…"

Podría ser esto un “Infomercial” pero no lo es. No tengo ninguna relación comercial ni ;personal con Dimare S.A. ;Veremos bases sustentables de este concepto. La formación de un ;chico hacia el futuro a través del RASTI la baso en muchos principios, no sólo por ;“Fomentar la Creatividad”. El RASTI nos ayudaba a entender estructuras básicas, piezas ;móviles, mecanismos, y lo más importante: Logró que creáramos nuestros propios ;juguetes al momento de querer jugar a lo que se nos ocurriera en ese momento: Casas, ;Autos, Aviones, Barcos y cientos de opciones más.

¿Pero qué relación tienen estos aspectos con el éxito en la vida y los negocios? En ;realidad, mucha, pero más allá de la opinión subjetiva o sin sustento profesional (Yo no ;soy psicólogo ni psicopedagogo) hay realidades evidentes que el RASTI nos formó y ;seguirá formando a nuestros chicos

1) Empezá por cómo se vé lo exitoso. RASTI provee y muestra una imagen final del ;producto en un instructivo y en la tapa de la caja. Generalmente se muestra un ;producto terminado asombroso. Sin importar la cantidad de piezas que traiga, uno ;siempre se entusiasma con el resultado final. Además, al conocer como es el final ;del proyecto, se vislumbran los avances, cuan parecido al ideal se va tornando y cuan poco falta. ¿Cuántas veces los líderes de proyecto, o los gerentes fallan al no ;poder mostrar e inculcar los avances? Es sólo cuestión de ensamblar las piezas ;para “Hacer que ocurra” (“Make it happen”)

2) Considerá los reemplazos de partes
: Muchas veces perdemos piezas, o faltan. En ;vez de detener toda la obra, desde chicos, buscamos la forma de reemplazarlo por ;otro tipo de pieza que cumpla la función principal del faltante. Lo mismo hacen los ;líderes formados, con su gente, sus herramientas, recursos y lecciones aprendidas ;de etapas anteriores

3) El cambio constante: El RASTI nos enseño de chicos a adaptarnos al cambio, a no ;tener esa negación a la variabilidad. En otras palabras: La innovación. Si mis ;amigos se encontraban jugando carreras de autos, entonces podía desarmar el ;barco para armar un auto y jugar. Es más, tenía la ventaja de modificarlo ;levemente mientras competía para hacerlo más veloz a esa carrera, a esa ;situación. La próxima vez que armara un auto, una vez aprendidas las lecciones de ;esa carrera, lo iba mejorando. Era una modificación, una adaptación, una creación y una innovación constante. Y saben qué: Muchas veces ganaba, pero lo más ;importante es que siempre jugaba y siempre competía.

4) Las instrucciones son sólo una ayuda
: El pequeño folleto instructivo nos ayudaba, ;era imprescindible. ¿O no? Muchas veces cuando esas piezas no lograban ;encastrar y no lográbamos hacerlo igual al instructivo, en mi caso, recurría a mi ;papá, a mis amigos, a mis primos, ellos lo veían desde otra óptica, de otra manera, ;y me aportaban la solución. “Probemos de esta manera a ver si funciona”, me ;decían, ¿Y que lograba? ¿Armar la pieza? O realmente aprendía a experimentar sin ;miedo, a consultar otros puntos de vista, en muchos casos, más capacitados. Era ;impresionante como aceleraba la innovación. Al experimentar sin miedo, no ;tendría consecuencias en un RASTI. Sin embargo, experimentar en la vida real ;conlleva riesgos. Muchas veces ese riesgo es solamente el temor a mostrarse erróneo por ;haber hecho algo mal. Al eliminar ese miedo incrementamos exponencialmente ;nuestra capacidad de experimentar, innovar, aprender y por sobre todo, como ;me enseñó RASTI: A construir

5) Es mucho más sobresaliente cuando muchos chicos jugábamos juntos: ;Jugar uno ;por si solo es divertido, pero compartir la experiencia entre varios era mucho ;mejor. Hoy en día es mucho más fácil conseguir que aporten 100 empleados sólo ;una hora a un proyecto, que conseguir sólo uno que aporte 100 horas. Los actuales ;sistemas informáticos, que están distribuidos físicamente y centralizados en sus datos, agregados a las ;actuales “Tecnologías en la Nube” nos facilita el “Collaboration” en proyectos. ;Diferentes personas, experiencias y perspectivas logrando innovación y más ;evolucionados resultados.

6) Rehacer, reconstruir los bloques:
Muchas veces el juguete terminado se me ;desarmaba. O bien por imponderables o bien por errores en el armado. Pero, pese ;a todo, no era un causal de desaliento o desánimo. Dicha circunstancia hacía que ;vuelva a armarlo, inclusive me otorgaba la posibilidad de, en la reconstrucción, ;armar de tal manera que pudiera prevenir los motivos que lo destruyeron ;anteriormente. Tenía la “Oportunidad de hacer mejoras”. Toda una lección de ;vida proyectada a los problemas reales. Un adiestramiento de la actitud. Un ciclo ;constante mejorar la calidad del producto final debido al aporte de imaginación.

Como líderes en una organización, uno de los desafíos más difíciles que tendrán es ;lograr en los empleados la adaptación a los cambios de gran escala. O bien se puede ;alcanzar a través de innovación y experimentación (Que nos indujo el RASTI en la ;infancia) o simplemente se puede bajar la orden de “Porque acá lo hacemos así y punto”. ;La opción es nuestra.
Fernando Alonso.